Dale solución a los problemas de las puertas atascadas
Por mucho que nos esforcemos en evitarlo, la vida cotidiana está llena de pequeñas contrariedades. Una de las más enojosas es la que nos produce esas puertas atascadas que solo a duras penas podemos abrir y cerrar.
Muchas veces me he encontrado en esta situación y me hago la idea de que algún día podre arreglarla. Cuando llega el momento de resolver el problema, es realmente sorprendente lo fácil que resulta darle fin a estos pequeños inconvenientes.
Puertas atascadas o trabadas
Estoy segura que alguna de las puertas de tu casa cierra solo con un portazo descomunal. Tal vez no te hayas atrevido a arreglarla por pensar que se trata de un trabajo engorroso y lo cierto es que no es así.
Desatascar una puerta resulta más sencillo de lo que piensas, puedes llevar a cabo esta reparación perfectamente con pocas herramientas y sin mucho esfuerzo.
Resuelve cada problema que tengas con las puertas atascadas
Si se te presenta un problema con una de tus puertas, hay que buscar todas las causas posibles que te estén atormentando e impidiendo cerrar normalmente la puerta.
Recomiendo que lo primero en hacer sea abrir la puerta a todo lo que da, hasta que queden a la vista los tornillos de las bisagras y con un destornillador ir tanteándolos.
Si te encuentras con uno de ellos flojo, debes apretarlo bien, pues una pequeña holgura entre la puerta y el marco, es suficiente para que se produzca un roce y se atasque en una esquina.
Si los tornillos son viejos y han desgastado la madera, debes quitarlos y rellenar los agujeros con un poco de cerillas mojadas previamente con pegamento. Recorta los trozos de cerillas sobrantes y déjalos al ras del marco y vuelve a colocar los tornillos en su lugar.
Otras veces este problema se debe a que existen puntos de fricción en las esquinas de la puerta y no permiten que esta cierre con normalidad. Para solucionar esto, podemos buscar un pedazo de cartulina y pasarlo entre las junturas de la puerta y te quitaras esa molestia doméstica.
Cuando la puerta roza en la parte de abajo:
En estos casos, por lo general sucede que la bisagra inferior este demasiado hundida en el marco, y la manera más práctica de resolverlo es calzar dicha bisagra colocando debajo de la hoja atornillada al marco, una o más tiras de cartulina.
Por consiguiente la parte inferior de la puerta se separa de la bisagra y se eleva para que deje de rozar con el piso.
El proceso para introducir la cartulina consiste en destornillar la hoja de la bisagra y mantener la puerta abierta, sujetándola con un libro calzándola para que no se caiga. Coloca el trozo de cartulina, justo en la parte posterior de la hoja de la bisagra y vuelve atornillarla, rellenando los agujeros para que se fije mejor.
La puerta no quiere cerrar por completo:
Esas puertas que rebotan para cerrarse, son realmente irritantes. Aquí también podemos aplicar el método de la cartulina.
Para este trabajo las tiras de cartulina deben tener al menos la anchura igual a la mitad de la hoja de la bisagra e introducirlas bajo la hoja más cercana al perno.
El procedimiento es similar al descrito anteriormente, con la diferencia de que esta vez la cartulina se introduce en los pernos en ambas bisagras y no en una sola.
Estos trucos caseros los puedes poner en práctica con las ventanas que tengas problemas semejantes a los presentados en este post.
Espero que este material sea de mucha ayuda para deshacerse de los atascos que tienes en las puertas de la casa.